Nadie entiende mejor a alguien casado
que otra persona casada, eso es algo muy notorio y es por eso
que entre la gente casada se crea una especie de confidencialidad que
da para mucho, sobre todo para ser infieles. Son muy pocos los
casados que son infieles con otras personas casadas que quieran dejar
su hogar, si les preguntan, aún están enamorados de sus
parejas pero necesitan probar de vez en cuando algo diferente.
No deja de ser una infidelidad y no
tiene justificativo, pero los casados encuentran su falta menos
grave al estar con otra persona casada, esto es porque saben
desde el principio que no habrá ningún compromiso. Muchas de estas
relaciones entre casados comienzan buscando a alguien con quien
hablar de su vida, un extraño que nos comprenda y luego se pasa a
cosas más serias. Por alguna razón desconocida la satisfacción
sexual en parejas casadas disminuye, es decir, existe
menos sexo y es lógico que las personas tengan ganas de más,
Quizás sea que se dedican el tiempo para otras cosas y descuidan lo
íntimo.
Entre una cosa y otra surge la
infidelidad y se mantiene en secreto durante más tiempo que otro
tipo de infidelidad, en algunos casos ni se llega a saber y lo cierto
es que a ninguno de los involucrados les conviene que se sepa la
verdad. Así mucha gente mantiene relaciones paralelas con otras
personas casadas por largo tiempo, para ellos no es infidelidad pues
no se sienten atados sentimentalmente es simplemente darle un placer
al cuerpo que escasea en casa. Supongo que todo el que es casado e
infiel supone que la otra parte hace lo mismo y eso le aligera la
carga aunque no deja en ningún caso de ser algo equivocado.
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