martes, 23 de diciembre de 2014

Hombres que no encuentran pasión buscan aventuras fuera de casa

Desde hace un tiempo para acá, se ha observado una tendencia muy alta a la infidelidad, sobre todo en el genero masculino, como siempre ha sido hasta hoy, los hombres y sus exigentes hormonas (testosteronas), que se tornan cada vez más insaciables, descontroladas y alocadas, deseos sexuales extraordinarios, fantasías, sueños y las ganas de encarnas aventuras pasionales jamás antes vividas, a pesar de tener en casa una pareja amorosa, versátil dentro de lo normal, mujeres buenas amantes, que saben llenar su cama, ellos suelen quedar con ganas de un poco más, de algo distinto, que salga de los parámetros de una rutina desgastada, algo que les produzca un mayor número emociones, que los estremezca y les despierte sensaciones inusuales.

El hombre, desde sus inicios, siempre ha probado la infidelidad, es un plato que se comen lentamente y del cual gozan y saborean al máximo, el ambiente que se genera en dicha situación, es para ellos algo insuperable, esa adrenalina, la intensidad, ese temor a ser descubiertos, el poder disfrutar del juego de lo prohibido, aporta en ellos un sin fin de emociones, de aventura única, por ello, es muy común ver que los hombres buscan hazañas fuera de casa, para atreverse a experimentar cosas que jamás harían con su pareja, para drenar todo los que llevan por dentro, para ellos practicar un encuentro lleno de placeres, sin tabúes, ni limitaciones, ni restricciones que arruinen el momento, es una experiencia que se sale del alcance de sus deseos, sencillamente un escenario memorable.


Generalmente los hombres buscan aventuras fuera de casa, cuando no encuentran esa pasión en su cama, una mujer desinhibidas, caliente, creativas, que les brinde esos momentos ardientes, llenos de erotismo, que le permitan disfrutar plenamente de su sexualidad, y para estas ocasiones no ven candidatas más idóneas que aquellas chicas liberales, que no tienen ningún tipo de prejuicios, que entregan todo a la hora del sexo, desnudan su mente y hacen realidades todos sus deseos, usualmente estas chicas no están interesadas en buscar relaciones de parejas duraderas, más bien aprovechan al máximo del encuentro, siendo ellas, sin vergüenza, convirtiendo ese sublime instante en algo mágico, dejando a estos hombres extasiados de placer, soñando con una segunda cita, una relación que para nada buscara ocasionar algún tipo de problema con su pareja, que jamás se enterara de lo ocurrido, ya que ambos tienen los mismos deseo e interés de amarse, disfrutar de ambos, llenarse de pasión, de una desbordada lujuria, donde solo existen ellos dos y esa gran oportunidad que les brinda esa aventura pasajera, pero por igual excitante renovadora e inolvidable.

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