No hay que negarse al placer

Es muy difícil negarse a situaciones de calor y de placer, sobre todo si se trata de intimidad, ya que a los seres humanos les motiva mucho los encuentros apasionados y el compartir con semejantes, entonces para que negarse a la gozadora y a experimentar. 

Quizá vivimos en una época en donde tenemos más oportunidades de disfrute, debido a que no solo los chicos se dejan llevar por sus impulsos y sus sentidos, sino que las mujeres también quieren gozar y dejar de lado todos esos estigmas sociales que les han impedido a lo largo de la historia disfrutar a plenitud de un buen sexo, y los mejores ambientes para las conquistas se han convertido los bares y las discos, con ese toque de alcohol que nunca debe faltar antes de las insinuaciones, ya que les quita la timidez a cualquiera, y también se han convertido en el sitio de elección de las chicas para presumir de su belleza y de su sensualidad, para presumir de todo esos atributos que dejan boca abierta a los hombres, que simplemente sueñan con llevarlas a la cama y contemplar su desnudez recorriendo su cuerpo entero.

Nunca digas que no al placer, ni un hombre ni una mujer puede negar una oportunidad de experimentar en la cama, pues teniendo en cuenta la disposición de las chicas, vemos que lo que mejor que podemos hacer, es saciar nuestra sed olvidándonos de las rutinas, buscando nuevas posiciones y movimientos que sean definitivos y que alteren nuestros sentidos, porque lo bueno del sexo es que no hay una regla, todo es válido con tal de disfrutar y de llenarse de calor, por lo tanto las chicas pueden tomar las riendas y los hombres dejarse llevar por la experiencia de las chicas más osadas.

También debemos de tener presente que los hombres juegan un papel importante en las aventuras, es decir al tener en la cama a chicas atrevidas y sensuales, quieren tener la capacidad de complacerlas tanto como ellas son capaces de hacerlo con ellos, por lo tanto no descartan el juego de caricias, sexo oral y los movimientos más apasionados que se convierten en elementos claves de las pasiones y que no solo hace que las chicas disfruten, sino que también ellos gozan al escucharlas gemir de placer y al ver sus rostros de éxtasis, pues a los hombres les enciende la capacidad que tienen de llevar a los orgasmos a sus compañeras.